Hace algunos años, cuando solía pensar que la publicidad podía
ser una carrera seria, hermosa y honesta, recuerdo una clase con la que me
sentí sumamente identificada, no por mi sino por la enorme cantidad de gente
que “conozco” (tómense literalmente las anteriores comillas) que sufre de este
para mi terrible mal.
Existe algo que en la publicidad se llama Marcaholic, que no es más
que la adicción a las marcas. Aunque parezca absurdo, les aseguro que existe,
incluso en los intrincados e incluso a veces hipócritas caminos de nuestra Revolución
podemos encontrarlo.
Me desenvuelvo dentro del ambiente artístico. Me considero
artista por el simple hecho de que dondequiera que voy respiro arte, en forma
de fotografía, de diseños visuales o de escritos como este que se encuentran
visualizando ahora. Es lo que me llena a pesar de que mi medio de vida no tiene
nada que ver con el arte. Pero muchos de los artistas de la Revolución al
parecer se han dejado envolver por el blinbineo, las marcas y todas las
nefastas cosas que estas traen consigo.
Siempre me he preguntado que piensan esos socialistas que se
llenan la boca hablando del pueblo
cuando entran a comprar su ropa en los “mejores” centros comerciales y en las
“mejores” tiendas. Si, como bien lo dice una canción, “el rapero no es ropero”,
porque el esfuerzo? Porque los zapatos son DC shoes, porque los shorts son
Quick Silver, los lentes Nike, la franela Pow? Como vas a un barrio a decirle a
la gente que no somos quienes somos por lo que vestimos cuando de arriba abajo
estamos forrados cual valla publicitaria? (nótese el hecho de que las marcas
mencionadas son puramente referenciales, no tengo ni puta idea de que marcas
son las que usan nuestros artistas de hoy en día, ni me interesa realmente
averiguarlo, le tengo alergia a los logotipos de las grandes macroempresas).
Tenemos por otro lado esta terrible, horrible y estúpida creencia
de que somos o nos vemos mejor por lo que vestimos, el carro que manejamos, los
lugares donde vamos. Señores, mientras sigamos pensando eso seguiremos siendo
esclavos del imperio que nos segmenta, que nos margina y que trata de
humillarnos constantemente. El vivir de la apariencia, el solo hecho de pensar
que una marca puede ser importante nos aleja de la Revolución real, pues somos
lacayos que hacemos lo que nos dicen con tal de encajar en una estereotipo que
todavía tenemos el descaro de contrariar en nuestros temas. Como cantas contra
el imperio si te vistes de él?
Así, encontraremos, si pensamos con detenimiento, que aquellos
que integran lo que yo llamo el “Socialismo de Marca” no son mas que Babilónicos
disfrazados de socialistas, esperando revertir el cambio desde adentro, o mejor
aun, esperando poder utilizar este importante momento histórico que vivimos para
beneficiarse tanto como puedan para después huir por la derecha (mejor dicho no
se pudo haber creado, los derechistas, históricamente, huyen en tiempo de
dificultades).
Socialismo, revolución y nacionalismo sosteniendo en la mano un
vaso de Chivas Regal? (nótese que no se si eso se escribe así). Fotografiándote
para turumba.com? (o rumbacaracas o como sea que se llame). Rumbeando en el San
Ignacio? No me considero una eminencia en lo que una revolución o el socialismo
es, pero en mi cerebro la verdad es que por mas que trato las dos cosas no
compaginan, son como el agua y el aceite. Es como ir a Africa y regalarle
juguetes Mattel y zapatos Nike a los niños que están en el hueso y que toman la
orina de los animales para no morir de sed. Simplemente no compagina.
Que pueden decirme los amantes de las marcas de las compañías que
fabrican lo que visten? Saben de la explotación derivada de la manufactura
masiva de productos que en general tienen la misma calidad que un producto “X”
(por ejemplo, uno hecho en Venezuela)? Saben que en muchos casos son mujeres y
niños de recursos muy escasos, que trabajan por horas sin descanso y sin
condiciones laborales favorables para su supervivencia y desarrollo? No, pero
si saben que les queda arrechísima la vaina. Pena que me dan…
Que habrá pasado con aquellos tiempos en los que unos zapatos
eran solo eso, unos zapatos, para no estar descalzos, y que se vean bien,
claro, pero no más. Hemos caído en el punto en el que es más importante comprar
productos de estatus que productos de primera necesidad. He sido testigo de
familias que no tiene dinero para comer, pero todos tienen ropa de marca… no
logro entenderlo…
Por lo menos los marcahólicos comunes me dan un poco menos de
pena. Son personas que aun tienen los ojos cerrados, pues después de siglos de
vivir y respirar por lo que dicen los medios, y la publicidad engañosa que
crean, precisamente para segmentar nuestros pueblos. Así que es comprensible
que sigan pensando que les ira mejor en la vida si utilizan lo que la masa
lleva. Se dejan llevar pues, sin saber en realidad a donde van, pero con la
esperanza de que con sus lindos zapatitos, llegara una hermosa doncella y se
enamorara de ellos. Por sus lindos zapatitos que cuestan lo que para una
pequeña familia el mercado de un mes…
Pero no puedo sentir ninguna simpatía ni comprensión por aquellos
llamados socialistas que muy adentro, o incluso bastante superficialmente
llevan dentro a un escualidito que les dice al oído aquello que los hará
“firmar una de tal”, sea lo que sea que esto signifique para ellos. Para mi
esos no son mas que hipócritas, y aparte de todo descerebrados. Así, los
cerebros vacíos también tienen su propia revolución dentro de la Revolución
verdadera, destruyendo con sus acciones individualistas todos los esfuerzos que
se realizan día a día para lograr el bien común.
Dicen que una manzana podrida pudre toda la cesta, por lo que
debemos estar aguzados. Aquel “Revolucionario”, no solo osa utilizar productos
de la macroempresa que cobra precios exorbitantes por un producto que no cuesta
ni un cuarto del dinero en que lo venden y que aparte de todo esclaviza a
niños, niñas y adolescentes dentro de fabricas con condiciones infrahumanas.
No, aparte de todo, exhibe sus logotipos con orgullo; tanto que incluso llegan
a dejar las etiquetas del producto para que se vea su “originalidad”. Díganme
si ese no es un Revolucionario de Cerebro Vacío (podrían hasta fundar su
partido, el RCV).
Por eso repito, aguzados, activos en el sistema hermanos,
hermanas. Desmitifiquemos es estúpido estereotipo de que eres lo que tienes.
Somos seres, de alma, de vida, de ideas, de creación. No necesitamos que nada
ni nadie nos diga que tenemos que hacer para encajar, para ser felices.
Resistencia con aquellos que quieren tratar de hacernos creer que son
Revolucionarios pero que en realidad solo están como los buitres oliendo que
pueden cazar a costillas de los demás, buscando la fama y el blinbineo dentro
de un circulo que busca honestamente lograr un cambio.
Pero calmaos, afortunadamente, cada vez somos más, e incluso,
muchos de aquellos que entraron con un escualidin por dentro han visto como es
todo el proceso, lo han internalizado y se les ha demostrado porque lo de ahora
es lo mejor. Y por otro lado, no tenemos que estar desnudos para no caer presas
del imperio.
Como bien dice el dicho, todo en exceso es malo. Así que la clave
de ser una persona común, y un socialista de marca, esta en la moderación. Pero
mas que en la moderación (no vaya a ser que ahora salgan con una sola prenda de
marca para que no digan nada… ooohhh!!!), esta en el sencillo hecho de entender
que la ropa, los accesorios, el carro, la moto, los zapatos, la rumbita… todos
son de pinga, pero no solo no son activos necesarios para la supervivencia de
la especie, sino que de hecho, no son seres mágicos que nos harán ser mejores,
mas inteligentes, con mas talento, mas atractivos, mas exitosos, mas
productivos o ni siquiera un par de centímetros mas altos. Son objetos
inanimados que tienen una sola utilidad, y esa no es más que la que nosotros
mismos les demos.
Porque vas a darle poder sobre ti a una marca? Es que no te das
cuenta de que debes ser tu el que deje su huella y no que un logotipo deje su
marca en ti?
PD: sin alusiones personales a ninguna persona, organismo, ente,
etc… Pura objetividad, recurso para pensar, reflexionar y hacernos mejores como
personas. Y somos personas desnuditos, cuando venimos al mundo.
Abajo el falso socialismo de marcas!!!